Es una de estas bodas que no te das cuenta como pasa el tiempo. Son simpáticos, alegres, riendo todo el rato, esto ni hace falta contarlo viendo las fotos. También tengo que reconocer el gran trabajo de Amy decorando su boda y organizándola desde Londres, logró dejar espectacular la sala del Casino con todos sus detalles, como nunca había visto antes, todo estaba perfecto.

La cena era muy amena por las interrupciones de los discursos que eran muy graciosos y tiernos. A mi personalmente los discursos me encantan.
Ceremonia: Iglesia del Carmen, Revilla de Camargo
Banquete: Gran Casino, Santander
Decoración: La GuindAzul
Floristería: Entreflores